En México, la edad promedio de inicio del consumo de drogas, legales e ilegales, es a los 13 años.
Este hecho afecta de forma directa el desempeño académico de estudiantes de educación básica y media superior, así como su desarrollo integral y bienestar.
La comunidad educativa es uno de los sectores de la sociedad más vulnerables y que padece profundamente las consecuencias negativas del uso de drogas.
Algunos de estos impactos son bajo rendimiento académico, descenso en las calificaciones, desarrollo de conductas violentas, ausentismo y abandono escolar.
Para enfrentar este fenómeno social desde el entorno escolar:
La Secretaría de Educación Pública ha diseñado la Estrategia en el aula: Prevención de adicciones.